“Limites de Procedencia Constitucional de la Suspensión de las Garantías Individuales”

Las garantías individuales tienen como fundamento los derechos humanos. Los derechos humanos se entienden como el conjunto de facultades, prerrogativas y libertades inherentes a la dignidad de la persona y universalmente válidas por su naturaleza. Que derivándose de los valores superiores del ser humano (como la igualdad, la justicia y la libertad), son derechos fundamentales. Por consiguiente, son garantías individuales el conjunto de derechos consignados constitucionalmente, otorgados a favor de todo sujeto considerado titular de los mismos y facultado para exigirlos frente al Estado. Las garantías individuales vinculan con la realidad objetiva del individuo, de sus condiciones naturales y culturales que lo circundan, de sus existencia única como especie humana, del respeto a la vida desde su concepción, de su integridad personal física y moral, del reconocimiento que le garantice la libertad (pensamiento, manifestación, opinión, expresión, asociación), la igualdad (de sexo, raza, etnia, de religión, ) y la seguridad (de su propiedad, y sus bienes). Los cuales no pueden disponerse al arbitrio de ninguna autoridad o poder publico. Sin embargo, la Constitución Política faculta al Presidente de la Republica de suspender estas garantías, art. 29: “En los casos de invasión, perturbación grave de la paz publica, o de cualquier otra que ponga a la sociedad en grave peligro o conflicto, solamente el Presidente de los Estados Unidos Mexicanos, (...) con aprobación del Congreso de la Unión (...) podrá suspender en todo el país o en lugar determinado las garantías que fuese obstáculo para hacer frente, rápida y fácilmente a la situación, pero deberá hacerlo por tiempo licitado, por medio de prevenciones generales y sin que la suspensión se contraiga a determinado individuo. (...)